Universidad de Puerto Rico

Recinto Río Piedras

¿Por qué Ramón Frade, Miguel Pou, Oscar Colón y Juan A. Rosado deciden seguir a Francisco Oller?

Prof. Irene Esteves Amador

Arte En Puerto Rico

Reyshaliz Crespo Matías, Andrés O. Hidalgo Hernández y Arnaldo J. Ojeda Ramírez

16 de diciembre del 2019

Tema y Concepto

 Cuando España cede la soberanía de la isla al poderío estadounidense, Puerto Rico aún buscaba engendrar un verdadero sentir de identidad cultural entre las diversas emociones y discursos que rodeaban la llegada de  Estados Unidos. Con una herencia, rica y abundante de nuestro pasado con la vieja España, una ola de artistas se dedicaron a continuar con el lenguaje plástico que Francisco Oller, utilizó durante su vida, y que sin duda, dictó el transcurso del imaginario, como también, la técnica artística de sus seguidores. Los artífices como Miguel Pou, Ramón Frade, Juan A. Rosado, y Oscar Colón Delgado, a quienes nos referimos en este texto, fueron los que llevaron al canvas la influencia del maestro Oller, desde el realismo que plasma con gran fidelidad los rostros y costumbres de Puerto Rico, hasta el impresionismo que dicta el manejo de sus brochas.

Francisco Oller

 Misión y Visión

 En este blog, tendremos una profunda exploración de las tendencias plásticas que tiñeron el arte; particularmente la pintura, en Puerto Rico al inicio del siglo XX. Exponiendo los trabajos de cuatro figuras prominentes de esta época, con el fin de entender los elementos visuales que formalizan sus trabajos bajo la influencia de Francisco Oller.

Por medio de ensayos, buscaremos cuáles son esos aspectos iconográficos que distinguieron la imagen de la isla y sus habitantes, cuáles fueron los estilos que le dieron  forma, y cómo estos artistas continuaron el legado de  Francisco Oller.

Ramón Frade

            Mucho de lo que asociamos con la clásica identidad puertorriqueña se debe a la iconografía que Ramón Frade conceptualiza en sus obras cuando captura las costumbres de su gente y los paisajes de la isla. Su manera de pintar fue, al igual que el maestro Oller, sumamente formal y con una incuestionable influencia de las escuelas del realismo que dominaban los espacios de las artes plásticas en América y Europa.  

            En su pintura más destacada, titulada “El pan de nuestro cada día”, Frade captura la majestuosidad del paisaje puertorriqueño y el humilde carácter de las personas que viven en sus tierras. Esta es una imagen que comenta sobre el contraste sobre la belleza tropical de la isla con la pobreza que acapara los habitantes de Puerto Rico en aquel entonces. El sujeto de estudio es muy deliberado, pues el rol protagónico que asume el “don”, aguantando el fruto de sus cosechas, nos cuenta una historia sobre la abastidiosa vida en el campo. 

El jíbaro, como se ha llegado a conocer, es una figura icónica de la cultura puertorriqueña, su ropa es simple y modesta, mientras hace uso de la pava, un sombrero que se ha vuelto casi sinónimo con el jíbaro. El plátano, siendo una fruta de abundancia en el caribe, es representativa de nuestra dieta y crea un vínculo visual con la vida en el trópico.  

El realismo que ilustra la pintura es inmediatamente evidente, los detalles con los que despliegan la ropa del jíbaro, su fidelidad a la anatomía, la perspectiva y composición de la escena, todos son elementos que dominan los trabajos de Frade, y crean un diálogo directo con el arte de Francisco Oller.                    

Ramón Frade 

El pan nuestro de cada día (1905)

Miguel Pou

            Miguel Pou es uno de los más destacados artistas del siglo XX en la historia del arte en Puerto Rico, reconocido como uno de los grandes maestros junto a Francisco Oller y José Campeche. Como uno de los seguidores de Oller, es claro que su expresión artística sea muy  reminiscente del estilo de Oller como un pintor realista que implemente muchos elementos impresionistas. La temática que atrae tanto el interés de Pou es, al igual que Ramón Frade, muy del costumbrismo puertorriqueño con una abundancia de trabajos que ilustran el  paisaje de la isla.

Sus tendencias impresionistas se reflejan en su uso del color, implementando una paleta vibrante y de altos contrastes, sus pinceladas se  registran con más claridad sin perder los detalles y fidelidad a la figura.  Siendo uno de los distinguidos seguidores de Oller, Miguel Pou fue también de un  academicismo artístico que lo llevó a distintas partes del mundo, particularmente en Europa y por el caribe, donde fue expuesto a otras ramas de la pintura.

Sus trabajos contribuyeron en la fomentación de una imagen auténtica de la puertorriqueñidad, y aunque haya sido una estrictamente figurativa, sin duda creó un precedente iconográfico que sería de modelo para los artistas que le proceden,  hasta hoy día. Sus pinturas de paisajes muestran por un lado el crecimiento industrial, y en el otro, la vida campestre. Su sensibilidad para capturar las creencias y expresiones humildes en los rostros de las personas que pinta, nos comunica el sentir de las personas de esta época. En “La Promesa”  Pou captura mucho de los elementos visuales que son tan típicos de sus trabajos, personificados a través de esta mujer envejecida, el paisaje que también participa en su composición, y el cuadro de la virgen María que destaca la religiosidad de nuestra gente.    

Miguel Pou

La promesa (1928)

Bibliografía

Calderon, Lionel Valentin. “Ramón Frade León.” Aqui Esta Puerto Rico, 17 Oct. 2018, https://aquiestapuertorico.com/frade-leon-ramon/.

“Colección.” Estudio Para El Pan Nuestro | Museo De Arte De Puerto Rico, https://www.mapr.org/es/arte/obra/estudio-para-el-pan-nuestro.

MAPPING CONTROL géolocalisation de véhicules particuliers et entreprises. “Ramón Frade (1875-1954).” Revista Galenus, http://www.galenusrevista.com/?Ramon-Frade-1875-1954.

“Artist Directory.” Miguel Pou Becerra | Museo De Arte De Puerto Rico, https://www.mapr.org/en/museum/proa/artist/pou-becerra-miguel.

Grupo Editorial EPRL. “Pou Becerra, Miguel.” EnciclopediaPR, https://enciclopediapr.org/en/encyclopedia/pou-becerra-miguel/.

“Miguel Pou : Maestros.” Miguel Pou : Maestros, http://laescueladelsur.blogspot.com/p/la-escuela-de-miguel-pou.html.

 Oscar Colón Delgado

Mi misión es confirmar e investigar por qué Oscar Colón Delgado, es seguidor de Francisco Oller. A mi juicio, este decide seguir a Oller, ya que además de trabajar con los mismos estilos, tenía la misión de resaltar lo puertorriqueño y educar al pueblo llevando un mensaje sociopolítico. Por otra parte, analizaré algunas obras del artista e intentaré entrelazarlas y utilizarlas como evidencia para dar por sentada mi hipótesis.

 “Soy enemigo de consultar manuales de pinturas y solo me aconsejo con mi primera y única maestra, la naturaleza” Decía el pintor, poeta y maestro, Oscar Colón Delgado. Quien nació en el municipio de Hatillo, Puerto Rico, el 24 de febrero del 1889. Oscar Delgado, igual que sus contemporáneos, intentaba plasmar en sus lienzos los rasgos que definían la cultura puertorriqueña, este se mantenía fiel a la tradición realista e impresionista. Es importante destacar, que fue autodidacta, decía que su escuela pictórica había sido su contacto directo con la naturaleza. Óscar, formó parte del fenómeno colectivo de varios artistas que se alimentan de los valores que deja Oller, y se aferran a ellos.  En las obras de Colón, al igual que en las de Francisco Oller, predomina la intención de elevar el valor puertorriqueño con escenas, paisajes, costumbres y detalles que son propios de nuestro panorama cotidiano. Ambos, utilizaban el arte para definir la identidad puertorriqueña. Oscar, ha sido calificado como una digna e individual prolongación del pincel del reconocido internacionalmente, Francisco Oller.

Las obras destacadas, que confirman esta admiración de parte de Oscar Colón, por el artista Francisco Oller, son: Jíbaro negro (1941) y La canasta vacía (1931). En estas obras podemos ver como representa el costumbrismo, como también, podemos transportarnos al dolor, al igual, que palpamos la pobreza por la que pasaban los puertorriqueños en esa época. Sin embargo, vemos que en la obra “Jíbaro negro”, Oscar, representa al jíbaro con zapatos; contrario a como lo representa Ramón Frade, en su pintura “El pan nuestro de cada día”, el cual pintó un jíbaro descalzo. Como bien sabemos los zapatos en esa época eran símbolo de estatus.

En algo que se diferencian Oscar Colón y Francisco Oller, es que aunque los dos mostraban en sus pinturas una visión identitaria, Oller, no se enfocaba en mostrar la pobreza y las injusticias que sufría el trabajador, sin embargo, Colón, sí lo hacía. Con el propósito de que se viera el otro lado de la moneda. Cabe recalcar, que Francisco y Oscar son artistas de distintas épocas y como mismo decía Oller, “El pintor debe ser de su tiempo y de su época”.

 Oscar Colón Delgado

Jíbaro negro (1941)  

La canasta vacía (1931)

Bibliografía

Gaya, Juan A. “La pintura puertorriqueña durante el siglo XIX”. Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña. Jul.1979: P. 22-35.

Ríos, Pedro L. “Galería Oscar Colón”. Hatillo Tradicional. 21 Julio 2015. 8 de octubre del 2019. ˂ http://hatillotradicional.org/portal/node/2 ˃ 

Sullivan, Edward J. Arte Latinoamericano del siglo XX. Editorial Nerea, 1996. Google Books. (Web). 10 de Octubre del 2019. 

Tema y concepto

            Durante el cambio de soberanía era muy importante que un medio de expresión como protesta se llevara a cabo. A principios del siglo XX la apreciación por medio de las bellas artes era de gran apogeo y logró marcar identidades en diversos países. En la isla de Puerto Rico esta lucha por la identidad propia no fue la excepción cuando un país poderoso como lo fue Estados Unidos otuvo el control de dicha isla, luego de que España le endosara el poder a finales del siglo XIX. La figura de Francisco Oller surgirá con el propósito de cumplir esta lucha, el cual establecerá nuevas propuestas a través de la pintura exponiendo el realismo y el impresionismo en sus obras. Luego de su fallecimiento, artistas como lo fueron; Miguel Pou, Ramon Frade, Oscar Delgado y Juan A. Rosado, continuarán el legado que Francisco Oller una vez comenzó sin abandonar la esencia que este gran pintor había promovido en el pasado.

Juan Antonio Rosado

Juan Antonio Rosado tenía el carácter peculiar de aprovechar en sus pinturas y representar testimonios sociales fusionándolo a la vez con elementos puertorriqueños. Sin embargo, Juan Rosado también destaca el paisaje en sus obras pues ya que era otro elemento que llenaba su objetivo de plasmar la identidad y la lucha que Oller enfatizaba. Es importante considerar que Juan Antonio Rosado vivió en unos momentos muy difíciles en las primeras décadas como artista, a tal nivel que el mismo se queja sobre el modo de vida del pintor en Puerto Rico refiriéndose este que “el tratar de vivir del arte y de la pintura en Puerto Rico, es un suicidio o un atentado a nuestras vidas”.

            Durante su trayectoria artística, Rosado realiza un sin números de obras muy importante que se verán marcadas por el resto de la historia como obras emblemáticas de pinturas puertorriqueñas. Entre estas vemos pinturas de impresionistas como “Luquillo entre las nubes” u obras que resalten el realismo como su famosa obra del 1933 “La Espera”. De alguna manera u otra en “Luquillo entre las nubes” es inevitable poder notar el impresionismo que nos brinda Rosado por medio del paisaje utilizando colores verdosos para plasmar con claridad toda el área montañosa por cual está rodeada el pueblo de Luquillo. Por otra parte, vemos la majestuosa obra de “La espera” con un estilo distinto; un estilo realista, a el de “Luquillo entre las nubes”, ya que ciertamente vemos esta combinación de colores pastales jugando con la luz y la sombra del recuadro. En dicha obra se presenta una mujer la cual sufre la espera por la llegada de un ser; el cual no sabemos si es una fantasía, sin recibir consuelo de ninguna persona. Se dice que en dicha obra se presenta el machismo como parte de las protestas sociales que Rosado también llevaba a cabo ya que la mujer sufría esperando por un “varón de clase superior” y también se refleja cierto hembrismo en la pose de la mujer que espera en la obra. Por otra parte, pocos saben que tanto Oscar Delgado como Juan Rosado representan al negro en escenas costumbristas también de forma emblemática y protesta social. Lo mismo se puede demostrar en la obra de Juan Rosado “El vendedor de chinas” (1939) cuando este presenta un hombre negro sentado al lado de una canasta de china, pero en ningún momento parece estar trabajando. Esto lo hace con el fin de representar la depresión económica del capitalismo mundial reflejada en la colonia puertorriqueña.

Juan A. Rosado

La espera (1933)

Luquillo entre las nubes (1930)

Bibliografía:

            Sullivan, Edward J. Arte Latinoamericano del siglo XX. Editorial Nerea, 1996. Google Books. (Web). 10 de octubre del 2019.

            Rosado, Giancarlo Paoli. “JUAN ANTONIO ROSADO, el pintor de Puerta de Tierra”. Puerta de Tierra. 2004. http://www.puertadetierra.info/figuras/gente/rosado/rosado.htm

            Fonseca, Lillian Lara. “La construcción de la imagen del negro y su representación en el arte puertorriqueño”. Revista del Instituto de Cultura Puertorriqueña. Oct 12, 2016. P. 36-39.